Mezclar la sal y el azúcar hasta que estén combinados. Verter la mitad de la mezcla en una fuente.
Crear huecos con la forma del huevo y colocar las yemas en ellos.
Cubrir con la mezcla de sal y azúcar restante.
Cubrir con plástico y colocar en el refrigerador por al menos 4 días.
Después de al menos 4 días, destapar las yemas conservadas.
Precalentar el horno a 150º y limpiar las yemas para eliminar la cura.
Enjuagar las yemas en agua y secar.
Colocar las yemas en una rejilla para enfriar encima de una bandeja para hornear y hornee por 30 a 35 minutos hasta que las yemas estén secas por fuera y tiernas al tacto. Las yemas se mantendrán hasta un mes tapadas en la heladera.
Rallarla sobre las sopas, la pasta o las verduras como si fuera queso duro.