En un bowl, batir el queso crema junto a la leche condensada, el jugo de limón y la esencia de vainilla.
En un molde para tortas desmontable colocar las galletas trituradas y formar la base de la torta.
Colocar la preparación anterior en el molde alisando la parte superior con una espátula y colocar un elemento triangular para formar los huecos donde irán los toppings.
Llevar al freezer durante toda la noche.
Quitar los triángulos y en los huecos colocar los diferentes toppings.
Decorar con crema batida, chispas de chocolate, frutos rojos, menta y nueces tostadas.