240 gr. de queso mascarpone a temperatura ambiente
1 cdta. de sal
1 diente de ajo rallado
1 cdta. de ralladura de limón
2 cdtas. de jugo de limón
1/4 cdta. de pimienta
1/4 cdta. de nuez moscada
Pasos
Precalentar el horno a 200ºC.
Hervir la pasta y cocinar unos 10 minutos, o hasta que esté al dente.
Escurrir reservando 1/2 taza de agua de cocción.
Colocar la pasta cocida en una bandeja para evitar que se peguen entre sí.
Para el relleno:
En un bowl combinar las espinacas picadas, las alcachofas, la ricota, la mozzarella, el queso parmesano, el ajo, la nuez moscada, la sal y la pimienta, y revolver hasta que se combinen. Agregar el huevo y mezclar hasta que esté bien incorporado.
Para la salsa:
En una sartén antiadherente derretir la mantequilla a fuego medio.
Batir la harina y cocinar durante aproximadamente 1 minuto.
Verter lentamente la leche, batiendo continuamente. Cocinar a fuego lento la salsa, revolviendo ocasionalmente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla esté ligeramente espesa, aproximadamente 6 minutos.
Retirar la sartén del fuego y agregar el mascarpone, la sal, el ajo, la ralladura de limón, el jugo, la pimienta y la nuez moscada.
Aflojar la salsa con el agua de pasta reservada de a poco hasta que esté suave.
Colocar la mitad de la salsa en el fondo de una fuente para hornear rectangular.
Rellenar los conchiglioni con el relleno y colocarlos uno al lado del otro en la fuente sobre la base de salsa.Verter más salsa y queso rallado por encima.
Para la cobertura crujiente:
En un bowl combinar el panko, el parmesano y el aceite de oliva. Espolvorear la mezcla sobre la pasta y hornear sin tapar durante 30 a 40 minutos, o hasta que el queso esté dorado.
Dejar enfriar un poco antes de servir y decorar con perejil picado.