Combine la crema espesa, el queso mascarpone y el azúcar granulada en un tazón y bátalos hasta que se endurezcan.
Pele el kiwi y córtelo en rodajas de 8 mm de grosor. Cortar las fresas en el mismo grosor. Escurrir la lata de mandarinas y secar con una toalla de papel.
Coloque una rebanada de pan sobre la superficie de trabajo y extienda una capa de crema de mascarpone. Organizar las rebanadas de fresa en la parte superior y superior con más crema.
Coloca otra rebanada de pan encima. Organizar las rodajas de kiwi y extender más crema en la parte superior.
Repita el mismo proceso con el resto del pan, crema y frutas.
Frost todo el pastel con crema de mascarpone. Decore con más frutas frescas, menta y espolvoreado de plata y sirva.